Saluda tu día con la oración del reconocimiento.Tú estás vivo.
En cuanto la vida se expresa, se multiplican las oportunidades de crecer y ser feliz.
Cada día es una bendición nueva que Dios te concede, dándote prueba de amor.
Acompaña la secesión de las horas cultivando optimismo y bienestar.
En Ecbátana, ciudad antigua de Persia, había una academia donde se reunían los sabios de la época, entonces llamada silenciosa, porque sus miembros deberían mantenerse callados cuando fuera posible, en meditación, resolviendo los problemas que les eran presentados. Cierto día, en que todos estaban reunidos, se presento un eminente pensador llamado Dr. Zeb, que fue allí a proponer su candidatura a uno de aquellos lugares disputados.
El presidente de la entidad lo atendió en silencia y delante de los diversos académicos escribió el numero mil en la pizarra de tiza, colocando un cero a su izquierda, haciéndole entender que esta era su significado para los presentes.
El Dr. Zeb, sin ningún enfado, borró el cero y lo transfirió para el lado derecho del número tornándolo diez veces mayor.
Sorprendido, el sabio tomó de una copa de cristal y la repleto con agua de tal forma, que toda gota adicionada en una gota a excederse y perderse.
El candidato, sin perturbarse cogió un pétalo de bella rosa que adornaba el recinto y lo deposito sobre el agua de la copa, que se mantuvo sin ninguna perturbación, tornándose más bella.
Delante de la excelente respuesta, el Dr. Zeb fue entonces admitido como miembro del Colegio de Sabios.
Considerando el Expresivo número de obras portadoras de reglas de conducta, de orientación moral y evangélica, un pequeño libro más podría parecer un cero a la izquierda de un número de mentes y corazones que solicitan directrices y auxilios, inspiración y apoyo espiritual, nos animamos a reunir doscientos pequeños temas ya muy conocidos, ofreciéndoles un tratamiento simple y de fácil aplicación, para brindar a nuestros lectores, lo que entonces hacemos, rogando las bendiciones de Jesús para todos nosotros.
Esperamos, que en su simpleza, él venga a tornarse el pétalo de rosa que el Dr. Zeb colocó sobre la taza repleta de líquido, dando significado, belleza y vida a la existencia de todo aquel que lo lea.
